¡¡Despierta¡¡
“El salto al vacío, el encuentro del todo en medio de la nada“
Y llegamos aquí al punto en que nos damos cuenta que fuimos capaces de dar
ese salto al vacío que tanto temor nos ocasionaba. Nos lanzamos a la aventura,
sin tiempo para pensar en las consecuencias y la duda, simplemente con ese
instante de valentía y locura absoluta que da el arrojo y la pasión por
explorar nuevos caminos.
Incluso nos atrevemos al desapego
total de lo conocido, del vacío absoluto, el limbo, ese instante y ese momento
de prueba, sin dirección aparente y pertenencia alguna, el cual, pocos pueden
soportar. Sin embargo sólo el guerrero interno puede entender e interpretar,
sabe que en
la nada existe el todo, que lo que anhelamos necesita
ser construido de cero y desde un punto de partida totalmente distinto.
Esas son pruebas que sólo pocos pueden enfrentar dejando su zona de
confort, lo conocido, lo cómodo y lo ya establecido. Es la prueba del salto al
vacío como la primera vez que nos lanzamos al agua, y nos soltamos por completo
a la confianza a la certeza.
Las voces que por años acallamos, reclaman con más fuerza, diciendo: “te equivocaste, no era tu tiempo,
fracasaste, no tienes hogar y dirección, no tienes nada“.
Elegimos esa lección porque nos sabemos fuertes aunque en medio de esa
tormenta y ese vacío absoluto nos veamos débiles, y la cobardía quiera
apropiarse de nosotros, algo dentro se enciende, esa luz infinita, el brillo
que acompaña esa oscuridad para no perder el rumbo.
Lloramos en medio de las pruebas y por momentos volvemos a caer, pero de
nuevo nuestra voz verdadera, la fuerza interna, nos levanta y nos hace caminar
en medio de la nada.
Entendemos que sólo así tenía que suceder, y por primera vez entendemos el
significado de soltar para recibir.
Dicen por ahí, que cuando la vida te quita lo que aparentemente era tuyo es
porque coloca lo que verdaderamente vale la pena en su lugar. Te coloca en el
lugar que te corresponde, “después del vacío, es el
primer paso al todo“.
Y entonces entiendes que estás listo, que es posible, que lo que te
corresponde por derecho divino siempre ha sido tuyo, y lo que te define no es
la apariencia, ni la materia, lo de afuera, te define quien eres por
dentro.
Es hasta que en medio de la oscuridad volteaste por primera vez hacia
adentro , para encontrar lo verdaderamente importante. Te encontraste a ti,
para construir no desde afuera, sino internamente ladrillo, por ladrillo para
expandirlo en tu realidad.
Rescatando lo que eres y haciéndolo acción a tu
alrededor.
Nos redescubrimos más fuertes de lo que pensábamos, cuando soportamos la
tormenta y decidimos en lugar de refugiarnos, movernos de lugar. Nos sabemos
sabios cuando escuchamos la voz de nuestra intuición que acallo la voz de la
duda, el enojo y la frustración. Encontramos el poder de la decisión cuando
después de haber hecho las preguntas, por fin tenemos en nuestras manos las
respuestas para actuar.
Somos contracultura, no es rebeldía sino
revelación, pues mientras el mundo nos gritaba “ríndete“. Despertamos y nos
levantamos fuertes, libres, reconstruidos, en paz y armonía para expandir ese
cambio a nuestro paso.
Nadie puede entender esto hasta que la vida te lo muestra, y permites
verlo, resignificando ese paso que para el mundo era un paso en falso, para un
guerrero significa el salto al
vacío, como el encuentro del todo.
Por: Lic. Elvia Gómez Hernández
Dirección Quilibrio ¨medios que transforman¨
Conductora Integra Padres por Integra92siete
Escritora Metáfora del día
Especialista en Desarrollo Humano y Aplicadora Mental
Master en PNL & Periodista Educativa
Conferencista & Tallerista
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